La primera pregunta que viene a la cabeza cuando te sientas a escribir ‘algo’ es qué tienes que decir. Pero eso más o menos lo tienes claro… Quieres que te presten atención y te escuchen, pero hay tantos mensajes circulando que es casi imposible. O tal vez no. Tal vez debemos dejar de circular con el megáfono dando el coñazo por el barrio y empezar a ser más selectivos.

Olvida que estas delante de un aparato que escribe. Piensa que estás hablando a alguien que tiene interés en lo que vas a decir, y que te escucha. Habrás oido algo acerca de un tal SEO (Search Engine Optimization). Olvídate de eso también. La comunicación está por encima de herramientas informáticas. Te diriges a seres humanos. Háblales a ellos. Olvida los mecanismos de posicionamiento, las personas son quienes te posicionan, y como consecuencia de ese interés vendrá todo lo demás.

Según la Teoría de la Comunicación hay Emisor - Mensaje - Receptor. Construimos mensajes que viajan en un medio, pero siempre están dirigidos a personas. Cuanto más claro sea el mensaje, mayor cantidad de personas entenderán su contenido y así será difundido con mayor nitidez. Si escribes pensando en cómo usas las palabras para que te posicionen los buscadores, te estarás olvidando del mensaje y de su significado. Puede que acabes siendo un 'bombardero' de palabras y dejes de ser un comunicador.

Nos hemos olvidado del papel fundamental del ruido en la Teoría de la Comunicación, que impide que el receptor reciba con claridad el mensaje, o que lo reciba distorsionado. Ese ruido son todos los demás mensajes que distraen la atención del tuyo. Según Muy Interesante, una persona recibe 3000 impactos publicitarios aproximadamente al día. Eso sólo en plublicidad, si ahora le sumas la cantidad de información que debes atender a través de telefonía, mensajería, y Redes Sociales esto empieza a ser agotador. Resulta una misión imposible que nadie te atienda.

Los atajos son para cobardes. Si haces uso de las herramientas de posicionamiento 'de pago' estarás creando una burbuja donde la mayor parte de la difusión de tus mensajes seá vacía y sin interés, supeditada al empujón financiero. Cuando dejes de dar aire a ese engendro, se desinflará y desaparecerá solito. Lo ideal es emplear el posicionamiento orgánico o natural que es el que el propio mensaje aporta.

El uso de Herramientas SEO puede ayudarte a superar el agobio de tratar de personalizar la comunicación y de ofrecer respuestas, sobre todo cuando se tiene éxito. Del otro lado, su uso termina convirtiendo tu comunicación en una sucesión de mensajes 'generales' que no tratan a cada persona como lo que es. Personalmente, prefiero que me traten como a un ser humano y no como a un número. En mi 'Comportamiento Social' evito en lo posible tener tratos o seguir a esa gente. Tengo claro que hay más gente como yo, así que eso nos lleva a que:

No somos números, somos personas

Habrás oido que 'el contenido es el rey'. Es cierto, pero éste es un consejo vacío. Si quieres hablar sobre el consumo de centollos en Siberia, te pongas como te pongas sólo va a interesar a un número concreto de personas. Muy concreto. De forma que el posicionamiento será tan sencillo que la especialización será quien haga el trabajo. Puedes hacer la prueba en cualquier buscador usando la concrección. Busca 'pesca' y observa el número de resultados, después 'pesca con mosca', 'pesca con mosca en el Bernesga'. Observarás que el número de resultados se reduce cuanto más concreto eres. De esta forma, el contenido determina que se encuentre tu mensaje, pero es igual de importante el cómo pregunta quien te está buscando. Más adelante, puede que llegue el día en que tengas tanto seguimiento, que cualquier cosa que pongas en el ventilador será esparcida a los cuatro vientos con gran éxito de difusión.

Al final uno llega a la conclusión de que valen más cinco buenos amigos que rodearse de idiotas. Así que si esa es tu filosofía, olvida el SEO, el número de seguidores, y céntrate en comunicar. El resto vendrá sólo.